Como dijo el apóstol Juan, con el final de la última hora muchos anticristos habrían surgido y el apóstol Pablo agregó que ellos habrían enseñado “cosas aviesas para arrastrar a los discípulos tras de sí”. (1 Juan 2:18, Hechos 20:29, 30) Las cosas salieron tal como se predijo, y en el segundo / tercer siglo después de Cristo prácticamente no había rastro de la verdadera adoración. El rey, Roma, condujo a la apostasía a los que actuaban perversamente contra el pacto’ cuando el cristianismo se convirtió en una religión de estado. (Daniel 11:32) Desde ese momento, el rebaño de Dios ha sido maltratado, humillado y desgarrado por estos lobos opresivos. Ahora, sin embargo, debemos centrarnos precisamente en el término "rebaño de Dios".

¿La adoración falsa eliminó el rebaño de Dios, o las personas que siempre trataron de conocer a Dios en el Espíritu y la Verdad, dentro de los límites de lo que podían hacer? Si es así, Juan, Pablo y otros habrían dicho que después de su partida habría exclusivamente lobos opresivos, pero un lobo, para identificarse como tal, también debe comerse una oveja. Se dice que estos no habrían tratado al rebaño con ternura’ y estas palabras muestran que en la apostasía total, durante la dominación absoluta de los lobos, siempre ha habido un rebaño de ovejas. Además, estas personas comparadas con las ovejas parecen tener cierta atención de parte de Dios, independientemente de las falsas enseñanzas recibidas, ya que las palabras del apóstol Pablo muestran preocupación por su condición.

No habrían sido tratados con ternura. Esto parece estar en armonía con la parábola del trigo y la cizaña que el Señor hizo en los oídos de sus discípulos. Antes de esto, sin embargo, explicó por qué estaba enseñando a través del uso de parábolas. El Señor dijo claramente: “a ustedes se concede entender los secretos sagrados del reino de los cielos, mas a aquellos no se les concede” y esta podría ser la razón por la cual hoy prácticamente todas las organizaciones religiosas se han atribuido al cumplimiento de la parábola de las diez vírgenes: no se les permitió entender.

En la parábola antes mencionada, el Señor habla de un hombre que siembra semillas excelentes en su campo, pero cuando los esclavos duermen, un enemigo siembra cizaña y se va. Cuando los esclavos se despiertan, notan "algo extraño" y de hecho preguntan: “‘Amo, ¿no sembraste semilla excelente en tu campo? Entonces, ¿cómo sucede que tiene mala hierba?’. Él les dijo: ‘Un enemigo, un hombre, hizo esto’. Ellos le dijeron: ‘¿Quieres, pues, que vayamos y la juntemos?’. Él dijo: ‘No; no sea que por casualidad, al juntar la mala hierba, desarraiguen el trigo junto con ella. Dejen que ambos crezcan juntos hasta la siega; y en la época de la siega diré a los segadores: Junten primero la mala hierba y átenla en haces para quemarla; entonces pónganse a recoger el trigo en mi granero’”. - Mateo 13:24-30

Conocemos bien esta parábola, pero tal vez nunca reflexionamos sobre ciertos detalles. En primer lugar, vemos que la división entre el trigo y la mala hierba ocurre cerca del juicio; esto debería al menos hacernos pensar si la restauración de la verdadera adoración puede realmente suceder cien años antes o solo unos años antes … y otros detalles interesantes.

Sin embargo, para permanecer en el tema de este artículo, vemos claramente que el trigo crece junto con la mala hierba hasta el tiempo del fin. Jesús es el excelente sembrador y de hecho él fue la personificación de la Verdad (Juan 14:6). Él plantó la semilla de la verdad y sus enseñanzas están presentes en los evangelios, sin embargo, el diablo se apresuró a sembrar semillas inadecuadas para confundir y sofocar la verdad. ¿Esta acción de Satanás eliminó el trigo? De acuerdo con lo que dice la parábola, no. Es cierto que el trigo está prácticamente sofocado, es decir, se le impide crecer y florecer no solo en números sino también en una enseñanza sana, pero de hecho continúa existiendo hasta el tiempo del fin.

Como hemos visto en artículos anteriores, en siglos pasados ​​ha habido varias personas que han intentado traer "su propia organización religiosa o creyentes individuales" de regreso al evangelio, a pesar de que ellos mismos están parcialmente influenciados por las enseñanzas de la mala hierba. Casi todos han tenido un final horrible: han sido devorados por lobos. No es coincidencia que Satanás haya puesto a esta gente en los puestos de mando. Si la cizaña hubiera tomado el lugar del trigo, no habría habido tales crímenes: el mundo habría mostrado afecto por lo que es suyo. En cambio, toda la persecución religiosa que ha caracterizado los últimos dos milenios muestra que una parte de estos creyentes, dentro de los límites de su influenciada condición, todavía eran considerados "trigo" y "ovejas" por el Señor Jesucristo. Obviamente, la distinción no es tan clara como podría parecer porque no todos fueron perseguidos por el bien de la Verdad (algunos solo intentaron socavar el poder dominante para tomar su lugar) y de hecho algunos de ellos se volvieron aún peores que sus propios perseguidores. Satanás ciertamente jugó bien sus cartas porque era prácticamente imposible, desde el punto de vista humano, distinguir a los verdaderos adoradores de los falsos.

Si hemos realmente comprendido esta parábola, no debería ser demasiado difícil llegar al siguiente paso.

Si el trigo hubiera continuado existiendo incluso en apostasía total y hasta la restauración de la adoración verdadera (evento aún futuro) ¿dónde lo encontraríamos? La respuesta es simple: difundida en varias "congregaciones" dentro de organizaciones religiosas.

No nos equivoquemos: las diez vírgenes no pueden representar a las organizaciones religiosas debido a los conceptos que acabamos de expresar. Ninguna organización religiosa puede compararse con una virgen. Por el contrario, como dijimos en un artículo anterior, Satanás se ha asegurado de poner "la gente correcta" a la cabeza de cada organización religiosa y en varios niveles para que la Verdad de la Palabra de Dios no prospere. Aun suponiendo que haya, en general, algunas excepciones, hasta que se restaure la verdadera adoración, ninguna organización religiosa puede definirse como la organización de Dios. Así que podemos decir que las organizaciones religiosas, todas, son instrumentos de Satanás, ante todo centradas en sí mismas y luego coercitivas con aquellos que "no siguen las reglas"; reglas que ciertamente no son bíblicas sino funcionales a la existencia misma de la organización. Puedes probar con tu propia piel que todo se puede discutir, todo, pero no lo que tenderá a socavar una cierta jerarquía. Esto debería llevar a una reflexión cuidadosa a todos aquellos que tienen cargos de enseñanza dentro de cualquier organización religiosa. – Santiago 3:1

Habiendo hecho esta distinción importante, el hecho es que el trigo, u oveja, debe estar disperso en alguna parte, ¿verdad?

Bien, ¿en qué otro "lugar" podría encontrarse esta categoría de personas, si no en las diversas organizaciones religiosas, a saber ese lugar donde, a lo largo de los siglos, han sido devorados por lobos opresivos? Procedamos con precaución mientras examinamos el resto de las Escrituras sin prejuicios.

¿Podría ser este el significado de la parábola de las diez vírgenes? Tomemos, por ejemplo, las advertencias dadas por el Señor a las siete congregaciones reportadas en los capítulos 2 y 3 de Revelación. Por supuesto, todos aquellos que se consideran el pueblo exclusivo de Dios por pertenecer a una determinada organización ni siquiera pueden considerar que estos avisos están dirigidos a cristianos de todo el mundo más allá de la afiliación religiosa. Por el contrario, ni siquiera pueden considerar que otros, fuera de su propio círculo, se pueden definir como cristianos. Esto iría en contra de todo el aparato de la autoridad y cuestionaría la legitimidad de esta organización.

Entendiendo las dificultades que crea nuestro condicionamiento, este blog ha hecho un esfuerzo para tratar de explicar la diferencia entre Verdad y organización religiosa porque está claro que muchos confunden las dos cosas (ver el recuadro al final de esta página intitulado “¿A quién pertenece la verdad?”). La verdad es la Palabra de Dios, solo la Palabra de Dios, y toda "organización" puede identificarse con la Verdad en la medida en que se adhiere a ella (Juan 17:17). Desde el momento en que la adoración pura no es restaurada, uno puede, como mucho, acercarse a la Verdad sin comprender completamente el alcance (Efesios 3:14-18). Esta es exactamente la situación que vemos al leer el relato de las siete congregaciones.

Por otro lado, si queremos cargar estas advertencias en una organización (solo para excluir a todas las demás), debemos concluir que tenemos problemas con el espiritismo, la inmoralidad sexual, la simonía, el culto a la personalidad, la idolatría, etc. Ahora, incluso con autocrítica honesta, es difícil atribuir todos estos problemas a una sola organización religiosa (especialmente si afirmamos estar en la verdadera) y además, cuando el Señor dice a los de Pergamum “arrepiéntete, si no lo haces, voy a ti pronto, y guerrearé contra ellos con la espada larga de mi boca” él se refiere a un grupo aislado de la misma organización (que fue elogiado poco tiempo antes por tener “guardé la palabra”) ¿o más fácilmente él se refiere a otro grupo de creyentes cuyas falsas enseñanzas han influenciado sus creencias y prácticas? (Revelación 2:8-17) Tomemos el tiempo para volver a leer estas advertencias y reflexionar sobre ellas.

Hasta ahora parece lógico, pero persiste el problema de determinar si los individuos pertenecientes a organizaciones religiosas claramente manejadas por lobos pueden ser identificados como vírgenes. Quizás puedan ser considerados "ovejas" … ¿pero "vírgenes"? Para tratar de responder a esta pregunta, primero debemos darnos cuenta de que las siete congregaciones no están todas en el mismo nivel desde el punto de vista del Señor.

Un error en el cual uno podría caer fácilmente es que, dado que la adoración verdadera aún no ha sido restaurada, "una religión vale la otra". Este no es el caso en absoluto; de hecho, el Señor solo derrama alabanzas por ejemplo a la congregación de Filadelfia y exclusivamente criticas a la congregación de Laodicea. En general, cada uno de ellos tiene algo de que avergonzarse y algunos aspectos positivos. Esto simplemente enfatiza que incluso el creyente en las peores condiciones o la peor organización (es decir, en medio de un grupo de cristianos falsos que enseñan falsedades y se comportan mal) puede arrepentirse, renovar su amor por Dios, fortalecer las cosas que estaban a punto de morir y salgan victoriosos en la batalla para hacer lo correcto.

¿Sería prudente ir a la congregación de Laodicea abandonando lo que hemos ganado a la luz de las Escrituras? Un cristiano sensible a la Palabra de Dios no volverá, eligiendo una congregación que ofenda a Dios y donde le resultará más difícil cumplir su voluntad, pero hará todo lo posible para "ganar". – ver 1 Corintios 15:33

Es obvio concluir que muchos miembros de estas congregaciones, sin duda la mayoría, no escaparán a salvo de lo juicio porque no estarán dispuestos a hacer los cambios necesarios y, sobre todo, no podrán resistir los engaños del falso profeta. Sin embargo, al menos algunos de los que, incluso de buena fe, han pertenecido a alguna organización religiosa, ¿pueden considerarse vírgenes?

Afirmar, como sostiene el autor, que los 144,000 son considerados vírgenes porque no se contaminaron con mujeres, o las organizaciones religiosas (Revelación 14:4; ver Daniel 11:37) podrían contradecir lo que acabamos de decir. Si el rebaño de Dios está realmente disperso en varias congregaciones (que en realidad son grupos de creyentes, no de religiones, pero evidentemente organizadas por alguien) ¿cómo pueden ser parte de una religión y ser "vírgenes" al mismo tiempo? Veamos si en las palabras del Señor podemos encontrar un equilibrio entre las dos posiciones.

A la Congregación de Sardis o incluso a la de Tiatira, el Segneur dice que tuvieron “nombre de estar vivos” pero estaban muertos porque sus obras no habían sido hechas delante de Dios y por lo tanto tenían que arrepentirse de otra manera "él vendría como un ladrón" a su derrota y destrucción. Entonces Sardis y Tiatira no son congregaciones muy dignas de elogio. Sin embargo, dice que hubo algunas personas que no contaminaron sus prendas de vestir exteriores. ¿Cuál es el significado de esta expresión y cómo podría ser posible ser parte de dicha congregación sin contaminarse?

Bueno, ellos no tenían esa enseñanza, es decir, no se involucraron en ciertas prácticas o no se dejaron cautivar por la laxitud desenfrenada. El color blanco significa pureza, la ausencia de pecado, y esto ciertamente incluye los esfuerzos que han hecho, dentro de los límites de su conocimiento, para mantener una conciencia pura delante del Señor. Incluso asumiendo un número muy pequeño, el hecho es que algunos habrán logrado no contaminar sus prendas de vestir exteriores en medio de congregaciones realmente difíciles. Por lo tanto, parece que no es la pertenencia en sí misma a una organización lo que nos contamina, sino la medida en que estamos enredados en ciertas prácticas. Esto, al menos, es lo que podemos entender a la luz del conocimiento actual.

De los mismos sellados descritos en el libro de Ezequiel, se dice “que están suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo en medio de Jerusalén”, no es que ellos mismos no fueran parte de Jerusalén o que no pertenecieran a la religión judía (religión que se había desviado mucho de la enseñanza original) (Ezequiel 9:4). Entonces, obviamente es una cuestión de participación personal y condición de corazón.

Está claro que algunos cristianos sinceros y sensibles deberán renunciar a su organización religiosa para tener éxito en hacer la voluntad de Dios, pero incluso en la "mejor congregación", se debe tener cuidado de no convertirla en un objeto de adoración porque también tendrá algo de lo que avergonzarse. Esto puede sonar como una afirmación difícil, pero al final se puede resumir en pocas palabras: todos, individualmente, serán responsables ante Dios – Romanos 14:10

Si realmente amamos a Dios, haremos todo lo posible para adaptar nuestras creencias y prácticas a Su Palabra hasta que se restaure la verdadera adoración y quede claro de nuevo "quién sirve a Dios de los que no le sirve" porque en ese momento quedará claro qué es la única organización religiosa aprobada por Dios. – Malaquías 3:17, 18; Revelación 12:1, 13, 14

Si las diez vírgenes, por lo tanto, representan a los cristianos sinceros esparcidos en varias congregaciones, vemos cómo nuestra comprensión también cambia en referencia al artículo anterior.

Notamos que las vírgenes necias siguen siendo vírgenes. No son necias porque pierden su virginidad, como seguramente sucede con todos aquellos que se han contaminados con varias prácticas anti-escriturales descritas en Revelación, sino porque no llevan el aceite consigo en un momento crucial.

¿Qué es el aceite? En la Biblia, el aceite está relacionado con la abundancia, el placer, la disciplina amorosa, algo que el sabio aprecia y el necio desprecia. En particular, el aceite está asociado con el reconocimiento de su valor y quien reconoce su valor en nutrir el deseo. Las vírgenes necias no son tales porque están "dormidas" (porque todas se han quedado dormidas) sino porque ya no tienen más aceite. Tal vez han perdido su deseo de comprender verdaderamente la Palabra de Dios y no creen (o ya no creen) que Dios intervendrá en los asuntos de este mundo (Sofonías 1:12) Tal vez lo hayan leída y estudiada en el Pasado, pero años después, al ver que lo que creían no se hizo realidad, ya no sienten placer en élla. Ya no consideran a este aceite como un bálsamo curativo.

Obviamente, el aceite no tiene nada que ver con la unción del Espíritu Santo porque sabemos que no somos nosotros quienes decidimos si recibimos esta unción o no y, además, el episodio se refiere a la llegada del Novio, o al momento en que la verdadera adoración es restaurada. El estudio nos permite entender que no hay "ungidos" antes de la restauración de la adoración verdadera. Entonces, mientras que la lámpara identifica claramente la Palabra de Dios (Salmo 119:105), el aceite, o el elemento que iluminaría esta lámpara, representa nuestro estudio profundo y cuidadoso y también el deseo de comprenderla (Proverbios 2:1- 5). Esto también explica de una manera muy simple que todos aquellos que se profesan cristianos recibirán un juicio: todos tienen esta lámpara disponible. – Ver Juan 3:19

Ahora notamos que todas las vírgenes se duermen. Ellos “salieron al encuentro del novio”, entonces podemos decir que lo han hecho con sinceridad y con los medios correctos: la Palabra de Dios.

Inicialmente la lámpara está encendida para todas: todas la estudian (siempre hablamos de cristianos sinceros repartidos por todo el mundo y en varias organizaciones, los lobos no tienen nada que ver con esta parábola) y realmente quieren, por supuesto, asistir al llegada del Novio. El tiempo pasa y passa ... de hecho, es casi 2000 años que el novio “tarda". En este período de tiempo, tal vez incluso desanimado por todas las teorías discordantes que giran en torno a la llegada de este novio, se duermen. El Señor no los reprocha, quizás reconociendo implícitamente esta debilidad humana. – Ver Mateo 26:40, 41; Hebreos 12: 1

Sin embargo, no todos tienen aceite de reserva. Como dijimos en un momento: "Tal vez han perdido (o hayan agotado) su deseo de comprender verdaderamente la Palabra de Dios y no creen (o ya no creen) que Dios intervendrá en los asuntos de este mundo". Tenga en cuenta que siempre hablamos de vírgenes, por lo tanto ovejas: los lobos obviamente nunca han creído y para ellos la llegada del Novio no sería motivo de alegría.

Entonces, por un lado, continuaron manteniéndose vírgenes, es decir, nunca se involucraron en algunas de las prácticas obsoletas, pero al mismo tiempo perdieron lo más importante: el fe en la Palabra de Dios (Hebreos 3:12-15). De hecho, las vírgenes que quedan sin aceites no son llamadas “inicuas" sino "necias", porque al final, todos sus esfuerzos habrán sido inútiles. – 1 Corintios 9:24; Hebreos 12:17

¿Cómo sucederá esto? Por lo que hemos aprendido, los 144,000 pronto estarán ocupados restaurando la adoración verdadera a través de su obra de predicación. ¿Cómo reaccionarán las diferentes organizaciones religiosas? Bueno, podemos esperar que los lobos no acepten voluntariamente la pérdida de su autoridad, por consiguiente, resulta muy probable que estén en la primera línea para provocar el odio contra estas personas (comparar Mateo 24:9, 10). También será el momento en que todos mostrarán su verdadera personalidad y qué cosas les serán más queridas. Muchos tropezarán y sentirán odio por los demás ... y ahora entendemos más por qué "tropezar" está relacionado con la obra de predicación. Su reacción a la predicación de las buenas nuevas los desenmascarará.

Sin embargo, si decimos que las ovejas deben estar en diferentes organizaciones, no deberían comportarse como lobos, ¿verdad? Quizás no estarán entre los que odian a estos predicadores ... ¿pero los reconocerán? ¿Podrán comprender que fueron elegidos por Jehová para restaurar la verdadera adoración? ¿No se arriesgan a verlos como una nueva religión, una entre otras, quizás un poco extraña? Estos predicadores son obviamente aquellos que gritarán: "¡Aquí está el novio! Salgan a su encuentro”, animando a cualquiera a examinar su lámpara para ver "si estas cosas son así" (Hechos 17:11; 2 Corintios 13: 5).

¿Podemos decir que mientras los lobos voluntariamente desobedecen la invitación a someterse a Cristo (y pronto serán uniformados por el falso profeta) todos los demás escucharán voluntariamente esta predicación al reconocer la llegada del Señor? No, porque una parte de estas vírgenes mostrará toda su insensatez habiendo agotado toda la confianza en el poder salvador de la Biblia, sin ver la necesidad de estudiarla. Al no reconocer este evento (la predicación de los elegidos, las primicias de Dios) no podrán reconocer la llegada del Novio. Cuando la sucesión de eventos muestre quién es el verdadero pueblo de Dios y ellas entiendan que han cometido un error y tratarán de ser aceptados por el Novio, para entonces la puerta se cerrará. El Señor les dirá “Les digo la verdad: no las conozco”. Quizás estas mujeres habrán perdido su virginidad yendo con el falso profeta que, como hemos visto, engañará a toda la tierra habitada fingiendo ser Dios. Esto es muy probable porque, habiendo dejado de estudiar la Biblia, que podría haberlas protegidas e iluminadas, no tendrán la armadura adecuada para sobrevivir (Efesios 5:11-20). Sin embargo, incluso si esto no sucede, no estar vigilante comprometerá para siempre la posibilidad de ser presentado al banquete de bodas. – Mateo 25:13

En conclusión, por lo tanto…

Esta parábola será incomprensible y llena de ambigüedad para todas las religiones centradas en sí mismas (por lo tanto, todas), es decir para todos aquellos que se autoproclamaron "el pueblo de Dios". Para este último, las vírgenes necias solo pueden ser falsas cristianas, preferentemente presentes en otras organizaciones. Al darse cuenta de que hoy en día no hay una organización de Dios en la tierra, es fácil concluir que las vírgenes son cristianos aislados, dispersos o encarcelados en diversas organizaciones, que realmente están luchando (o que se forzaron en el pasado) a conocer a Dios y que de cierta manera permanecieron vírgenes mientras esperaban la llegada del Novio.

Incluso entre estos, que no tienen nada que ver con el hombre del desafuero, muchos no solo estarán dormidos, sino que tampoco podrán reconocerlo porque no estarán atentos, habrán perdido la fe y confía en la Palabra de Dios para su propio detrimento. Esto ocurrirá durante la predicación de aquellos que tendrán la tarea de restaurar la adoración verdadera.

Por lo tanto, no debemos confundir el hombre del desafuero, es decir, aquellos que ofrecen enseñanzas contrarias a la Palabra de Dios en estas organizaciones, muchos de los que tienen la responsabilidad de enseñar, con los creyentes en su individualidad, qué condición del corazón puede ser muy diferente de un individuo a otro. El rebaño de Dios está presente, a pesar de que está dividido y bajo la autoridad de los lobos opresivos, y así lo hará el tiempo del fin en todas estas organizaciones. Parte de este rebaño de Dios habrá perdido la fe y no será vigilado a la llegada del Señor. – Lucas 18:8